viernes, 12 de febrero de 2010

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Agua sabor a sal, y un vértigo que seduce, que invita a dejarse caer... el piso sucio, los platos en montón, la pesadez del cuerpo, la bolsa de basura a reventar, la ropa sin lavar, la comida rápida, la impotencia, la fragilidad...que no se si deba confundirla con debilidad, el olor fétido, el miedo. La desesperación.
Los mismos gritos, las mismas recomendaciones, los mismos deberes y favores.
En las nubes el aire.
Las mismas nubes
el mismo polvo.

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